Salud Sexual y Reproductiva Sin Fronteras

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La emergencia sanitaria generada por el COVID-19 aumentó las barreras para que la población migrante pueda acceder a diferentes derechos en el territorio colombiano.

La vulneración de los derechos sexuales y reproductivos de mujeres migrantes es un tema creciente debido a las dificultades de acceso a los servicios y a los obstáculos propios de las instituciones prestadoras de salud. Según un informe del ACNUR, el 99% de las personas con permiso especial de permanencia (PEP) carecen de acceso adecuado a los servicios de salud y protección.

VIVIR CON MIEDO

Liudmarian dejó Venezuela en 2019 y salió rumbo a Colombia. 

“Al llegar al Estado de Táchira, en la frontera colombo-venezolana, tuve momentos de pánico por las historias sobre abusos sexuales y desapariciones de mujeres migrantes en medio de las ‘trochas’. Puse mi maleta sobre mi cabeza y, con cada una de mis manos sostuve a mis dos hijos menores de edad. Le imploraba a Dios para que no nos pasara nada”.

Sentirse en riesgo de padecer algún tipo de violencia puede causar daños psicológicos a largo plazo. La migración irregular pone en alto riesgo a las mujeres y niñas que emprenden este camino, y las consecuencias pueden recaer sobre su bienestar mental.

“Miles de mujeres viven con miedo. En las calles, lugares de trabajo, en las propias casas. La violencia se ejerce en todos los espacios, y en situaciones de emergencia se empeora. Por eso es prioritario brindar atención en salud mental. Debíamos disminuir los niveles de ansiedad en Luidmariam. Con este proceso ella logró identificar otros eventos acumulados a lo largo de su vida y aprender estrategias de afrontamiento para reponerse a momentos dolorosos”. Alba Quintero, psicóloga de HAI.  

SIGNIFICA GARANTIZAR LOS DERECHOS HUMANOS

“Al llegar a Colombia busqué ayuda para recibir servicios de salud reproductiva porque no quería tener más hijos, pero estaba indocumentada y creía que no tenía derecho a recibir esos servicios o que debía pagar un alto costo por ellos”.

La atención de la salud reproductiva durante las emergencias puede transformar vidas. El desconocimiento sobre los derechos y las barreras de acceso a los servicios para población migrante promueven la desigualdad, la violencia y la falta de oportunidades.

“Tratamos de acercar los servicios de salud sexual y reproductiva para ayudar a las personas, especialmente a las más vulnerables, para la toma de decisiones informadas en sus vidas. Los servicios que prestamos, en alianza con Profamilia, les brinda a las mujeres la oportunidad de tener una vida sexual y reproductiva saludable, conocer sus derechos, las posibilidades de recibir atención durante la ruta migratoria, y brindamos atención especializada cuando es necesario. El hecho de ser mujer, migrante y estar en medio de la emergencia sanitaria a nivel mundial pone en evidencia una serie de desigualdades que históricamente han lacerado la vida y los derechos de comunidades enteras”. Ivon Robles, Especialistas de Género de Heartland Alliance International. 

Las jornadas de atención que realizamos con Profamilia llegan a la población que realmente necesita estos servicios. Luidmaniran representa a miles de mujeres migrantes que quieren tener el control sobre su salud. 

“Me hicieron inicialmente una citología. El resultado no fue el mejor y debía iniciar un tratamiento médico urgente. Cuando se emigra, en la mayoría de los casos no se tiene ninguna orientación frente a los sistemas de salud a los cuales se llega. Además, uno como mujer primero piensa en resolver las necesidades básicas de sus hijos. Por eso descuidamos otros aspectos, como la salud propia”.

Debido a la condición de irregularidad de Luidmarian se debía iniciar un proceso de documentación en el país. El área legal de HAI acompañó este proceso. 

“La solicitud de refugio era la opción más viable. Migración Colombia expidió un salvoconducto, que es un documento temporal para regularizar la permanencia o salida del territorio colombiano de un extranjero, con el que se inició un proceso para que ella pudiera gozar de su derecho a la salud. Ella y sus hijos fueron finalmente afiliados al sistema de salud”, Daniela Torres, asesora legal de HAI. 

Mi salud física y mental mejoró porque me realicé los procedimientos que necesitaba. Además, pude regularizar mi documentación en Colombia y siento que, a través de mi caso, otras personas migrantes podrán gozar de sus derechos”.