El efecto dominó del COVID-19 derrumbó a los latinos en Estados Unidos. Es hora de que el gobierno actúe.

Jessica es ecuatoriana, pero desde hace más de 18 años ha hecho de la ciudad de Chicago, en Illinois, Estados Unidos, su casa. Desde marzo de 2020, cuando se implementaron las medidas de cuarentena y distanciamiento social por COVID-19, ella y su esposo perdieron su trabajo. Ella trabajaba como niñera. La combinación de falta de un sueldo estable y carencia de papeles migratorios ocasionó que los pilares que habían construido para criar a una familia de dos adolescentes se empezaran a desvanecer.

Leela la Columna de Opinion de Katie Buitrago sobre los hallazgos del reporte El efecto dominó del COVID-19: Cómo la pandemia profundizó la opresión sistémica para los afroamericanos y latinos de Illinois publicada en The Washington Post